Stmo. Cristo de la Cama

SANTÍSIMO CRISTO DE LA CAMA

Se desconoce tanto el nombre de su autor como la fecha en que fue tallada. Por sus características artísticas podría datarse a finales del siglo XV.

Cristo muerto

Se trata de bella figura de Cristo muerto, articulada en sus brazos y de poco peso, dado que con ella se escenificó hasta 1834 la ceremonia del Descendimiento de la Cruz. Toda ella esta tallada, resaltando sus músculos y su rostro. Es de tamaño natural ya que mide 1,93 metros siendo la longitud de los brazos de 84 centímetros. Lleva peluca de pelo natural, y su paño de pureza está situado en la parte baja del abdomen, anudado en la parte izquierda con rayas verticales en verde más anchas y otras naranjas más finas. Se conservaba en su capilla del convento de San Francisco hasta 1809, cuando quedó parcialmente derruido durante el segundo sitio que sufrió Zaragoza.

Esta querida imagen es la única que sobrevivió a Los Sitios. Fue una mujer, María Blazquez, quien salvo a la imagen de su destrucción, depositándola en el Palacio Arzobispal, pasando de allí al templo del Pilar hasta que en 1810 fue trasladada a la iglesia de Santa Cruz.
El 24 de diciembre de 1813 fue llevada a la iglesia de Santa Isabel de Portugal, vulgo San Cayetano, donde permanece en la actualidad siendo ésta su sede.

La Imagen del Santísimo Cristo de la Cama, presentaba huellas de bayoneta y fue herida de bala en el trayecto del convento de San Francisco a la Basílica del Pilar.

CARROZA DEL SANTO SEPULCRO

La Hermandad tenía en el Convento de San Francisco una rica cama de plata que no pudo rescatarse cuando fue volado éste durante Los Sitios. Se sustituyó por una urna de madera. Debido a su mal estado, en 1855 se solicitó un nuevo diseño al escultor Antonio Palao Marco, quien la talló en 1856.

En cada uno de sus ángulos, hay esculpido el símbolo de un evangelista, y en el frente el emblema de la Hermandad. Los laterales quedan adornados con ocho hornacinas en cada lado, cuyos arcos se sustentan en columnas abalaustradas y en las enjutas, cabezas de ángeles. El interior de las hornacinas se completa con esculturas de medio cuerpo de los profetas: Isaías, Jeremías, Daniel y Ezequiel, y de los apóstoles de cuerpo entero: San Pedro, San Juan, Santiago el Mayor, San Andrés, San Felipe, Santo Tomás, San Bartolomé, San Mateo, Santiago el Menor, San Simón, San Judas Tadeo y San Matías, portando su atributo correspondiente y cartelas con frases del Credo.

Carroza del Santo Sepulcro

Sobre la cabeza del Cristo hay dos bellos ángeles llorosos que soportan una corona imperial. Entre éstos destaca un resplandor de metal en cuyo interior se encuentra un óvalo de terciopelo donde se prende la medalla de oro del Centenario de los Sitios. La imagen del Cristo apoya la cabeza en una almohada, y lo cubren unas sábanas y una colcha que fue bordada con hilo de oro en 1858 en el taller de Vicente Cormano, Hermano Receptor de la Hermandad, que costó catorce mil reales, donando éste la mitad del coste.

Hasta 1935 la Cama fue llevada a hombros, en 1936 fueron puestas las ruedas al paso y en 1942 se restauró todo el conjunto por Mariano Aladrén. Al año siguiente fueron incorporados al paso de la Oración en el Huerto los faroles que llevaba la Cama, sustituyéndolos por los que lleva en la actualidad, realizados por Rogelio Quintana.

La carroza es portada por una sección específica denominada «De Cama del Señor», y se distingue fácilmente a sus componentes por llevar la cara cubierta.

En el año 2009, fue restaurada la carroza, por Dña. Natalia de la Serna.

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